MALDITA DULZURA
Baja. Estoy en tu portal, digo, en el mío. La cuestión está en que tardo cinco minutos, quizás veinte. Pero tú nunca te enfadas, tú siempre sonríes. 3 minutos de canción. Te busco entre la gente, chas!, una pequeña silueta se aproxima, se acerca a saltitos, me río, se ríe, nos estrujamos fuerte. Me aferro a su brazo como ardiendo un clavo.
Baja. Estoy en tu portal, digo, en el mío. La cuestión está en que tardo cinco minutos, quizás veinte. Pero tú nunca te enfadas, tú siempre sonríes. 3 minutos de canción. Te busco entre la gente, chas!, una pequeña silueta se aproxima, se acerca a saltitos, me río, se ríe, nos estrujamos fuerte. Me aferro a su brazo como ardiendo un clavo.
Quisiera re-descubrir esta ciudad, te importa que me agarre fuerte?
Tal vez con verde, blanco y rojo todo se transforme (aunque lo esencial, lo esencial permanece). Y si volamos sin motor? podemos mangiar un risotto, sbombardearnos la testa, bailar un vals, think about life, sentir que todo empieza hoy. ¿Italia? vale, pero sólo hasta las doce, mañana madrugo. Podemos acabar en la terraza de un primero de otro planeta, entre diversas culturas, rodeados de idiomas, gelatinas y baños puestos de tanto porno. O tal vez tirados en mitad de una escalera, o subidos a los tubos de unas obras soñando con lo que fue, es y será. Hablando de noches de luna, de estrellas polares.
Nos juramos un Amsterdam. Desde Vigo hasta Oporto pasando por Marruecos. Noches de aeropuertos y conversación. Que no pare este tren.
Un 5 de mayo la vimos, la más grande, brillante y bonita de todas. Ahí estaba, mirándo en silencio a un par de lunáticos embobados de tanta luz en la oscuridad.
Te cuento un secreto? me apetecen dos taburetes, dos copas cargadas de ron, una de Iván y que esta noche no acabe. Que tú y yo nunca quisimos ser como los demás. Me acompañas a Moscú?
Al final, con camisas desabrochadas, acabamos en Perdidos. Un principio y un final contigo, siempre contigo. Qué alegría más tonta volver a verte, qué semana más larga, qué locura la nuestra. Pero tú no me sueltes. Nunca lo haces.
Qué tal si hacemos el verano algo más largo? Robbin Sharma lo ve claro. Y entre tu voz, los conflictos de Irak y Palestina, y tras mi quinto sueño, tú desapareces rompiendo un par de olas, mirando más allá de lo que mis ojos pueden alcanzar, pensando, siempre pensando para después, donde nadie te llama. El agua está más fría que ayer, quitémonos el bañador. Aléjate de mi, no me quedó claro el color. Jugamos una partida después? nos quedan mil batallas. Hagamos eterno un rato.
Una llamada un 25 de Septiembre, Tánger apretó el corazón demasiado fuerte. Creía que estabas aquí.
Necesito de ti. Un paseo, una vuelta a la ciudad. Cuando acabemos de hablar, salimos corriendo. Pero entonces, tú qué piensas? Júpiter es la que más brilla, dónde está la Polar? tú de qué color ves la luna? y de qué color los tienes entonces? crees que es más rico el que más tiene? Y qué me dices de, quién bien te quiere, te hará llorar? mírame y dime, aún lo dudas?
Que no acabe esta conversación, prométemelo. Hablemos, hablemos de todo. Pero no salgas, no salgas corriendo, tampoco en silencio. Sigue hablándome, porfavor. Que no pare el coche. No nos bajemos. Háblame, háblame de lo que siempre quisimos, recuérdame qué es lo que hacemos, recuérdame lo que siempre soñamos. Pero háblame. Prométeme que nunca acabará esta conversación. Que nunca llegará ese último momento.
Quita el freno, mantén el embrague, pisa la vida y arranca!
http://www.youtube.com/watch?v=9vDFw1wx874
ResponderEliminar