
Siempre pensé que necesitaba tener a gente lejos, tan lejos que pudiera sentirles más cerca que nunca. Saber que en algún lugar alguien espera, alguien vuela alto sin miedo a caer, alguien está donde tú quieras que esté. Y así, entre todas esas personas que se cruzaron en mi camino, había y hay una ciudad diferente, un país en cada nombre, una pulsera en cada voz, una parte de mi en cada lugar. Londres, Tenerife, Madrid, Andalucía, Alemania, Suecia…
Prometí y prometo cerrar fuerte los ojos, sonreír fuerte, saber que no hay distancia cuando se trata de gente que quieres. Y prometo sonreírle al viento. Y prometo llorarle al mar cuando no esteis.
Toca echar tanto, tanto de menos..
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