Debería de hacerlo, debería de escribirte y hablarte de todos estos días. Pero ésta vez creo que de poco valdrían mis experiencias, mis vivencias, mis dudas, paranoyas y demás historietas. No sé como empezar, ni como explicarte que quizás elegí un camino demasiado diferente al que esperabas. Permítete el lujo de hacer todo lo que te de la gana esta semana, - En eso consiste mi vida.. - contesté. Pero aún así, me prometí que esos días serían de locura, de arriesgar, de un sin límites, de desenfreno, de alcohol, de no pensar y miles de étceteras más. Creo que el tiempo se paró, y todas las semanas son la misma. Y te puedo bailar mil canciones sin música de fondo, y decirte que el amor no es lo que piensas sin darle más vueltas, y beberme el mundo a tragos en una canción, y vivir en un abrazo, y no querer entender nada ni buscarle explicación, y sentir este momento como si fuera el último, y hacer o decir todo lo que quiero y cuando quiero. Y no me hables de cordura, ni le busques sentido a mis actos, baja la ventanilla, sube el volumen y canta alto, esto es lo único que importa. Y los coches nos esquivan al pasar, canta Ferreiro y tres jóvenes desconocidos cantamos y bailamos sin parar. Un avión espera y yo sin pasaporte, ligera de equipaje. Un desde cero en mis manos, un aire de Puerto Rico espera cruzando el charco, y esta noche me daré una vuelta para verte un rato. Y no me hables de tratos ni relojes. Y no me hagas parar ni un solo segundo para pensar qué, cómo, o cuando ni por qué. Que todo lo demás no importa.
(...Planeando el asalto al mundo)
No sabía que siguieses escribiendo aquí!
ResponderEliminarGuille