domingo, 29 de enero de 2012


Siempre me gustó escribir sobre ti. Da igual el momento, no importa tampoco el tiempo que pase, ni el lugar que sea, ni el día que haga, ni cuánto de grande sea la luna. Anoche sonaba esa canción, esa que un día os escuché cantar a los dos y caí enamorada de un instante.

Te he llamado un par de veces, quisiera parar el mundo por un rato, acortar las distancias y timbrar en tu puerta. Y cogerte de la mano (esta vez ni es verano, ni te irás) y llevarte a una casita de Mosteirón, sentarnos a los pies de una chimenea, hablar de la vida, recordar una y otra vez las mimas historias que siempre contamos, un petit suis, y por supuesto, el colacao de cada noche. ¿Habrá mandarinas aún? Dile que la tortilla, la dejamos para mañana. Creo que según que tipo de churrasco se come o no con la mano…bueno, eso ya lo discutiremos otro día. Y veamos las fases de la luna. Y mientras os miro, retrato en mi memoria cada palabra, cada mirada y cada segundo. Y me lo guardo, y me lo llevo para siempre conmigo. Y sin vosotros, una Navidad no existió.

Después, tengo algo guardado para ti. Coge mi mano de nuevo. Nos vamos. Tardaremos el tiempo que quieras que dure el viaje, llevo gusanitos y la voz de Rafa Pons .Tranquila, nadie espera, nadie corre, ni huye, el reloj se ha parado, el mundo se ha dormido y hoy nos pertenece. Supongo que sabes a qué lugar, día, mes y año nos vamos. Cierra los ojos. 6 de Julio, 456, un par de muffins, tú y yo, Malta. Todo es perfecto. Háblame de ti, y si me quedo dormida, no pienses que no me interesa lo que cuentas, . Y aquí juntas la vida es un sueño del cual no quiero despertar. Pero tú no me sueltes nunca de la mano. Y gastaré mis días en demostrarte, en enseñarte, en convencerte de un para siempre. Y este viaje fue el mejor de toda una vida, no por el sol, ni por sus noches, ni por tantas caricias ni sonrisas, sino porque tú llegaste para quedarte.

Y han pasado 26 años desde ese día en que dos personas demasiado especiales, nos hicieron el mayor regalo a los que te rodeamos.

Y con alguien como tú, es imposible no encontrarte cuando te pierdes, es imposible no sonreir al escucharte, imposible no sentir calor cuando sonríes. Imposible no mirarte orgullosa de ser quién eres, de hacer lo que quieres y llegar hasta donde has llegado (y lo que queda).



Ella te regala el mundo en una canción.







S.A.T.L.E

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