ESTA PROHIBIDO LLORAR
Llego un martes de diciembre, ese día prometido.
Son las siete, la ciudad se viste de luto, necesito una dosis en vena de canción, de olas, de lluvia, de soledad. Quizás escucharme, quizás preguntarme, quizás entender cómo y por qué, sentir el frío en mis manos, el corazón apretando, estás ganas de salir corriendo con la certeza de un lunes más.
Estoy en todos los lugares, en ninguno a la vez. Deshaciéndome en miradas. Sin saber qué decir. Mirando en silencio, llorando por dentro. Como un trozo de hielo deshecho entre manos. Sin la palabra exacta.
Un 147 demasiado familiar. Necesito escuchar un para siempre, sentirlo, hacerlo mio, olvidar este vértigo a los días pasados. Aferrarme a sonrisas y café.
¿ Y si pudiera congelar el tiempo ?
¿ Y si pudiera congelar el tiempo ?
Apuraré el paso, nunca un Diciembre dolió tanto. No me imagino recogiendo mis cosas, sellando lo vivido en un beso y un abrazo.
Y maldigo esta puta manía de escuchar mi vida en canciones. Muchacha, vete ya. Aguanta el tipo y anda.
Y maldigo esta puta manía de escuchar mi vida en canciones. Muchacha, vete ya. Aguanta el tipo y anda.
.... y aprende a sonreír, aunque quieras llorar.
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