miércoles, 9 de julio de 2014

A fervenza do Toxa, Galicia.


A veces nos centramos tanto en descubrir todo aquello que desconocemos
, todo aquello que está a miles de kilómetros, que nos olvidamos de utilizar esa misma mirada en lo que nos rodea, lo que no necesita de aviones, pasaportes o depósitos llenos de gasolina.

Creo que una de las cosas más bonitas que me ha dado vivir lejos de casa, es saber valorar como nunca el lugar donde nací. Querer descubrir cada uno de sus rincones, respirar fuerte el olor a naturaleza; a bosque, a mar. Pintar de verde o azul los días según el lugar. Su música, sus calles. La variedad de sabores, el acento de sal.

A fervenza do Toxa (Silleda, Pontevedra) es uno de esos lugares donde el reloj, el móvil y cualquier pensamiento que nos atormente, debe dejarse en la guantera del coche. Olvidarse también del cansancio y disfrutar recorriendo cada rincón. Perderse, perderse entre tanto verde, tantas hojas caídas y el sonido de agua cayendo.

Y como en cada viaje, excursión o lugar nuevo, nada como elegir un camino diferente, ese que no viene indicado en ningún gps ni mapa, ese donde perderse puede ser la mejor opción.





1 comentario :

  1. Qué bonito! Mira que tengo este sitio cerca y aun no he ido a visitarlo! De este verano no pasa!
    Un beso!

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