jueves, 28 de noviembre de 2013

Que yo no sé mucho a qué está jugando la vida, tampoco sé qué clase de marionetas se cree que somos, ni cuánto aguante tiene el hilo del que dependemos. Lo único que sé, es que estoy harta. Estoy harta de que un día alguien se inventara que el 13 era el número de la mala suerte, estoy harta de cada maldito mes, de cada maldito día. Harta. Estoy harta de llamadas inesperadas, harta de recibir y enviar palabras de aliento. Harta de incertidumbres, de habitaciones blancas con y sin vistas al mar. Harta de ausencias, de cambios. Harta de ibuprofeno que no alivia, de copas de ron que no olvidan. Estoy harta de despedidas, de cortes de alas. Estoy harta de sueños quebrados, de idas que no avisan. Harta.

Y aún así, a pesar de todo, sigo creyendo en días bonitos. En días que fueron, en días que vendrán. 

A veces uno parece que se acostumbra a animar, a aliviar dolores, a decir la palabra exacta en cada momento.. hasta que llega un día que todo parece superarte, que de repente te duelen partes que ni conocías de tu cuerpo, sin fuerzas, vacía, rota. Cualquier palabra precisa o exacta pierde sentido, la única realidad con la que te encuentras son kilómetros, distancia, vértigo, vacío, miedo. 

¿Bienvenidos a la vida? 

No, que no vamos a resignarnos, que no vamos a caer ni a vencernos, nunca. Que si tenemos que cosernos e inventarnos unas alas para salir volando, te juro que lo haremos. Que si tenemos que pintar un mundo de colores y pasar de blancos y negros, así será. Que no importa lo que venga, porque de todo, absolutamente de todo, sabremos salir. Y vendrán días mejores, estoy segura. Y vendrán un montón de cosas por las que todo merezca la pena. Y sí, algún día pensaremos en quién jugó o escribió un 2013, algún día nos vengaremos con los mejores años de nuestra vida, no lo dudes nunca. 

Y yo no sé lo que es crecer cada día al lado de alguien, tampoco entiendo de discusiones bajo el mismo techo por que uno/a lleva la ropa del/la otro/a y viceversa. Tampoco sé lo que es que los mimos se los lleve uno/a más que otro/a, ni quererse desde el primer día que pisamos el mundo. Tampoco sé lo que es que uno quiera ver Disney Channel y el otro Megatrix o Xabarín. No tengo ni la más remota idea, ni de eso ni de que en la habitación de al lado la música está a tope cuando tú quieres estudiar. Ni de que te toquen las narices cuando tú quieres estar tranquilo.. no, no tengo ni idea. 

Pero sabes qué? sí tengo idea de lo que es que, de repente y sin buscarlo, tu vida comience a tener sentido. Sí sé lo que es buscarme en su pelo, en sus ojos, en sus manos. Sé lo que es estar horas y horas pegada al ordenador preguntándote cuáles son tus grupos/cantantes favoritos, qué te gusta, cómo eres, quién eres.. y simplemente, quererte, quererte porque así lo decidimos nosotras, quererte por el paso del tiempo, quererte porque de alguna manera, creamos,vivimos y compartimos una de las historias más bonitas y diferentes que se puedan llegar a contar. Quererte por escucharme, por escucharte. Quererte por ser siempre esa chispa, esa risa de domingo. Quererte por tus locuras y tu manera de vivir. Quererte por ser quién eres. Quererte por un "no dejes de vivir tu vida" antes de subirme a un avión. Quererte por contárnoslo absolutamente todo. Quererte por hacer de días tristes días geniales. Quererte por llenar una habitación de hospital de apalabrados, libros, ipads y todo tipo de locuras. Quererte por ser lo que eres en mi vida, en mi día a día. Una familia, mi familia.

 Desde hace meses y hoy, hoy más que nunca, sé que nunca, nunca, nunca, se romperá nada de lo que un día escribimos, de lo que habla nuestra sangre, nunca.  Y que todo lo que somos, todo lo que hemos vivido, es tan especial como nuestro. Y que estaré ahí, para ti, hoy y siempre. 

Y que igual que hubiera movido cielo y tierra por encontrarte, movería cielo y tierra por verte sonreír, por cuidarte.

Por él, por ti, por mi. Siempre.




No hay comentarios :

Publicar un comentario