En el bar de la esquina como cada domingo. Vistes de chaleco, un boli negro te sobresale del bolsillo izquierdo, una copa de vino y el periódico de hoy.
Cuéntame cómo fue tu vida, quiero saber de donde vienes, de donde vengo. Quiero conocer cada detalle de tu infancia, en qué parque creciste, cómo te divertías, dónde estudiaste, cuántas veces lloraste y cuántas reíste, con quién jugabas a ser mayor, cuántas veces llegaste a casa con los zapatos rotos, cómo eran tus ratos de recreo, tus libros, tu canción. Háblame de tu primer beso, y dime, dime cómo fue la primera vez que alguien bailó en tu cama. Háblame de ese piano que hay en tu habitación, de tus cuerdas de guitarra y de todas las chicas que esperaban morir en tu cintura. Y háblame de ti.
De nuevo el reloj duele más que nunca. Que tras ésta sonrisa, una niña llora en busca de tu abrazo. Que sin ti no tengo abrigo, que te miro y me encuentro, que sin ti no puedo.
[Papá, cuéntame otra vez]
No hay comentarios :
Publicar un comentario