Esta habitación está a punto de estallar. La cama grita de desesperación y estas sábanas se retuercen de ganas. Será que no duermo lo suficiente, será que me desvelo o me desvelas y prefiero imaginar a dormir, sea lo que sea, ya no duermo bien.
Quizás nunca acaba el verano. Quizás el invierno sea demasiado largo.
Y todo el mundo espera más, y más parece no ser nunca suficiente. Y mientras, yo, me quedo sin aire, y oigo Cambio de Sentido, y toda mi rabia es velocidad. No, no era el mejor día, demasiadas hormonas haciéndose el amor en mi cabeza. Y alguien me habla de cosas que no quiero escuchar, y un déjame en mi mundo es lo único que quiero gritar. Pero sus palabras me atormentan. Y se va la tarde (y con ella tanta tontería).
Y llega la noche. Y aunque nadie lo entienda. Y aunque tú lo sepas.
...en el momento en que la pluma conoce al papel
(y allí te espero)
en el isntante en que mis frases me desnudan.
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