Un paseo por Eslovenia

Pensé que viajar por primera vez sin tener ese sitio al que volver se haría un poco más duro -extraño-, pero lo cierto es que a veces hace falta desconectar el móvil, dejar la maleta y coger la mochila más pequeña. Subirse a un avión o autobús y dejar que la vida te sorprenda de la forma más maravillosa y libre que puede existir.

Y no todo el mundo entiende que ese entre aviones, ese de un lugar a otro en busca de un qué sé yo y esa mochila sea la forma de vida que eliges.

Pero sabéis que?

Que el mundo es demasiado grande y la vida demasiado corta.

Que viajar te abraza el alma, te libera/llena/engrandece el corazón, te despierta la mirada.

Dicho esto..

Hola, Eslovenia.

Dormir a orillas del Lago Bled. Soltar la mochila, evadirse de todo, respirar.

Y para hacer que un viaje sea redondo, y para cualquier amante de las historias, de las sonrisas y las miradas que habitan en otro lugar -y por si todavía aún hay alguien que no conozca esta iniciativa- COUCHSURFING.

Couchsurfing te da la oportunidad de viajar alojándote en la casa de otras personas que, como tú, disfrutan y viven de conocer a otros, de agarrarse la mochila y dejar que la vida les sorprenda. A cambio, tu historia, tu mejor sonrisa, tu respeto y tus ganas de conocer. Normalmente, todos los que estamos ahí tenemos ese "algo" en común que nos hace disfrutar de esta experiencia como si fuese la mejor parte del viaje.

En este caso, una pareja encantadora que vivía a las afueras del centro de Ljubljana y que había recorrido ya toda Europa, quiso compartir un desayuno súper rico preparado con todo el amor del mundo (el pan, de espelta y hecho por ella,  no podía estar más rico!!). 

Con los 25 recién cumplidos, podías descubrir lo que había sido para ellos el día de su boda nada más cruzar la puerta!

Nos recomendaron uno de los lugares más auténticos de la ciudad  -y no turísticos- para comer: Güzinja,  que ofrecía reinvenciones de los platos típicos de la región este de Eslovenia (las patatas más ricas que he probado en mi vida!)

Y para terminar el día, pasear por las calles de la ciudad descubriendo todos sus detalles ...

hasta acabar en el Barrio alternativo de Ljubljana, Metelkova.

 

Que al final, no es  mirarse el uno al otro;

es mirar juntos en la misma dirección.

Y siempre, siempre... mi fuerza, mi paz, mi vida, mi aliento,

donde quiera que vaya.