miércoles, 3 de junio de 2015

Hola, soy tu hermana.

Jugaba y soñaba con tener una hermana. 


Pasaban los años y seguía imaginando cómo hubiera sido mi vida creciendo con alguien a mi lado con quien pelearme, compartir la ropa, contarnos las cosas, tirarnos de los pelos y querernos de esa forma tan única y especial que sólo quienes son hermanos/as pueden entender.

Y os juro que me faltaba. Que echaba de menos esa figura que jamás había tenido. La echaba de menos a rabiar. 

Mi abuela solía decirme que tenía mil pajaritos en la cabeza, que lo mío era respirar sueños, que de eso no se podía vivir.

Y lo cierto es que, aún sabiendo que en parte tenía razón,

yo seguía -y sigo- soñando fuerte.

Supongo que os suena eso de que hay que tener cuidado con lo que se sueña, verdad?

Había cumplido quince años.

Aquel verano mi padre apareció en mi vida, así, de casualidad. 

Meses después, recibía un mensaje que decía

"Hola, soy Antía, tu hermana"


El mundo se había parado en ese instante.

Mi hermana. Era mi hermana. 

Había tenido una hermana toda mi vida 

y yo no lo sabía. 

Os podéis imaginar aquellos días, aquellos meses, casi años. Mi sueño se hacía realidad. No la conocía y ya la quería como si fuese la mejor hermana del mundo.

Era mayor que yo. Recuerdo mirar sus fotos, buscarme en ella. 

Era morena, de ojos oscuros. Parecía tímida -qué mentira-. 

Quería hacerlo todo con ella. Quería que nos cambiásemos la ropa, quería conocer todas y cada una de sus canciones favoritas, irme de viaje con ella, conocer a su novio, a sus amigos. Quería salir con ella de fiesta. Quería conocerla. Quería aprender de ella. Quería hacerle un regalo en cada uno de sus cumpleaños. Quería que me peinase. Quería vivir lo que jamás había vivido. 

Era mi hermana. 


La cosa es que ha pasado mucho tiempo ya. 

Y la historia de mi padre tengo pendiente contarla en otro post. Pero lo cierto es que él ya no está. 

Él no está - y aparte de por otras muchas cosas más-  mi padre apareció en mi camino para darme el regalo más bonito e inmenso de mi vida. 

Una familia. 

Una familia que es ese término medio entre la que sí elegimos y no elegimos. 

Y fue hace casi dos meses, cuando todos mis miedos parecían arrebatarme el aire, cuando el teléfono sonaba para hacerme trizas,  que mi hermana estaba a mi lado. 

Que me abrazó. Que me cuidó. Que no se separó de mi.

Aquel día lo entendí todo. Aquel día parecía que todo cobraba sentido. Que todo había tenido una razón. 

Mi padre, de alguna forma, me recordaba que nunca, jamás, estaría sola. Que no tenía que tener miedo. 

Ella estaba y estaría siempre conmigo.


Hoy es su cumpleaños.  Hace diez que la felicitaba por primera vez.


Que hay que soñar fuerte

 muy, muy fuerte.



-que la vida siempre tiene algo preparado

que supera cualquiera de tus fantasías-






*Fotos  Pinterest.

14 comentarios :

  1. Un post precioso! esta semana una amiga me recordó esta frase: Nadie aparece en tu vida por casualidad. ¡Qué verdad tan grande!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay Estela! Mil perdones por tardar tanto en contestar.. que este veranito ha sido todo un caos! Gracias, muchas gracias por pararte a escribirme.. y por compartir conmigo esa frase, creo que no puedo estar más de acuerdo con tu amiga :) Un abrazo inmenso y mil, mil gracias! :)

      Eliminar
  2. Que post tan bonito y personal! Precioso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ay! mamiclic! Perdona por tardar tanto en contestar!! Y millones de gracias por pararte a leerme y por dedicar un ratito de tu tiempo a escribir.. no todo el mundo lo hace :) Mil, mil gracias! Y por cierto, ahora mi hermana está esperando un bebé.. directita a tu blog que va! :)

      Eliminar
  3. Hay que ver lo bien que escribe mi hermana pequeña eh!!!! Dios mío Diana soy una llorona. Vales un montonazo. Besitos!!!!!!

    ResponderEliminar
  4. Espectacular, estoy contigo, hay que soñar fuerte...muy fuerte!!!
    Felicidades por haberos encontrado y por el cumpleaños!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas, muchas gracias María Luisa, de verdad y de corazón! No puedo valorar más que alguien se para a leerme.. y si aún encima dedica un ratito de su tiempo a escribirme, es lo más bonito que puedo recibir! Y sí, hay que soñar muy, muy fuerte! :) Por cierto, acabo de descubrir tu página y no puede gustarme más!!!! Enhorabuenísisiisisisiisisma!!!

      Eliminar
  5. ¡Que bonito!!! Soñar fuerte hizo que tu sueño se hiciera realidad!
    Felicidades

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eli! Totalmente! Así que ojalá que esta historia llegue al corazón de muchos y les haga soñar con todas sus fuerzas! :) Gracias por pararte a leerme y más aún a escribirme! Mil, mil gracias! :)

      Eliminar
  6. Un precioso post, Diana, por su forma y por su contenido. Ella debe estar tremendamente orgullosa al leer tus palabras. Muchísimas felicidades a las dos..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ana! Mil gracias por dedicar un ratito de tu tiempo a leerme.. y a escribirme después un comentario tan bonito! De verdad! Gracias, gracias, gracias! :)

      Eliminar
  7. Quiero pensar que, aún en la distancia, también sientes mis abrazos. Sigue soñando Di, tu magia es hacerlos realidad. Gracias por ser.

    ResponderEliminar
  8. Maravilloso post. Corazón en estado puro. Felicidades por triple partida, por encontraros, por teneros y por tener la generosidad de compartirlo. A mi mi abuelo me decía que durmiera con los puños apretados para dormir profundo y soñar. Yo se lo digo a mi peque. Un besazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me quedo con "corazón en estado puro", no puede gustarme más esa definición!! Un millón de gracias, de verdad!! Y qué bonito e imprescindible lo que nos enseñan los abuelos.. y qué importante compartirlo después con los siguientes! :) Ojalá tanto tú como tu peque durmáis siempre con los puños apretadísimos! :) Mil, mil gracias, de verdad! :)

      Eliminar