Y ASÍ COMIENZA LA HISTORIA

No en una barra de bar, tampoco con una de ron a secas ni en una playa de esas paradisíacas donde pensar siempre está de más. Tampoco nace en una de esas calles principales de ciudad donde la vida se escapa entre pasos largos, prisas, ruidos y corazones latiendo en automático.  Pero no, tampoco se trata de una calle con encanto, con vecinos que se cuidan ventana con ventana, con un gato en el portal a las 3 de la mañana. Tampoco nace de una  canción, pero tal vez sí de 423.

Comienza un sábado noche en un 2º de Parnell Street. 

Dublín no es una ciudad cálida, no desde el momento en el que te despiertas bajo un cielo blanco-grisáceo, no desde el momento en el que la primera frase que escuchas es " no te lo vas a creer, está nublado" y así cada uno de los 365 días del calendario. Pero no es una ciudad fría, no desde el momento en el que caminas por Henry o Grafton Street y suena  I'm Yours, Wish you where here  o My heart will go on , ni desde la melodía de un violín desgastado, ni desde ese señor mayor que hace vibrar a esta ciudad con tanto cascabel bailando. Incluso el negro de los cuatro o a veces seis hombres que piensan tanto en la vida con su perro, o el que crea un Sandy de arena y recuerdos. Tampoco es fría cuando caminas por la esquina de Moore Street y el olor a nutella te invade la vida. Incluso diría que no es fría entre los gritos del mercado, el irish aguado e inteligible,la mezcla de colores, la variedad cultural, el flow de África, el olor a curry. Esa sensación de vida, de un reloj que no se para, de una guitarra que nunca termina. No, Dublín no es una ciudad fría. 

A lo que iba, 2 botellas de Lambrussco por si la vida lo requiere, una peli de esas en las que buscas respuestas, un par de canciones que te remueven el alma, que cuentan de ti. Y así comienza la historia, en la mejor compañía. 

 "Soy el genio de la lámpara, cuéntame lo que deseas, cuéntame lo que quieres hacer, cuéntame qué pasa y qué ocurre en esta vida que sueñas, en esta vida que vas a vivir"

Y así comienza la historia; con un par de zapatos nuevos de cuero y de cordón.